Durante las últimas dos semanas me he estado ajustando a la realidad de vivir con un tumor cerebral. En términos prácticos, he modificado mi horario para incluir las consultas médicas, he organizado mi calendario cancelando los 33 días de viaje internacional a 5 países que había planeado para los próximos dos meses y he reordenado mis prioridades para incluir más descanso y tiempo familiar. La última parte tenía que pasar con o sin tumor.
Con el fin de controlar posibles convulsiones y la inflamación producida por el tumor, me recetaron varias medicinas incluyendo anticonvulsivos y esteroides para la inflamación. Mi esposa Karla amablemente ha programado varias alarmas y recordatorios en mi teléfono para que no me olvide de tomar mis medicinas como parte de mi rutina diaria. Gracias a Dios estas medicinas han logrado el efecto deseado de manera maravillosa y no he tenido más convulsiones. Pero he experimentado otros efectos secundarios por la forma en que mi cuerpo responde al medicamento, incluyendo insomnio.
Así que, todas las noches permanezco despierto con incontables pensamientos corriendo por mi mente. Frecuentemente esto dura horas, así que en lugar de quedarme en la cama, me he dado cuenta que lo mejor es levantarme, dedicar tiempo en oración y luego sentarme a escribir todos estos pensamientos que me dan vueltas en la cabeza. El resultado ha sido una serie de documentos a los que me ha dado por referir “mis escritos de insomnio”. Si no para otra cosa, escribir todas estas ideas ha servido como una terapia útil para uno de los efectos secundarios de las medicinas. Pero también deseo compartir algunos de esos pensamientos junto con nuestra jornada a través de este “blog” y confiar que aún este insomnio puede ser redimido para un propósito más grande.
Como reacción al primer “blog”, varias personas me han preguntado una versión de la misma pregunta: “¿cómo sabes que Dios tiene control sobre todas las cosas y que Él usará esto para tu bien y para su gloria?” La segunda reacción más común han sido comentarios como “tú eres una buena persona, así que sigue adelante que todo saldrá bien”. Ambas preguntas surgen esencialmente de la misma. Yo creo que en la vida llega el momento en que todos nos preguntamos cuál es el propósito de nuestra existencia. Es muy importante responder claramente a esta pregunta, porque queramos o no, esto determina nuestro entendimiento de nosotros mismos y de cómo interpretamos e interactuamos con el mundo que nos rodea. La respuesta a esta pregunta determina también cómo percibimos la realidad o nuestra cosmovisión y cómo respondemos a ella. Así que, como respuesta a las muchas preguntas que familiares y amigos han estado haciendo a este respecto, me gustaría exponer mi “cosmovisión” en una serie de reflexiones. Estaré también poniéndoles al corriente de nuestra jornada con este tumor cerebral, pero ocasionalmente estaré incluyendo reflexiones más largas sobre la vida. Espero que en estas “reflexiones” me sea posible explicar la confianza que tengo en Dios y al mismo tiempo corregir la posible idea de que esta confianza tiene que ver conmigo o con algo que yo haya hecho.
El mejor lugar para iniciar esta conversación es Dios mismo. Es muy importante darse cuenta de que no podemos basar nuestra plática sobre Dios únicamente en mi idea o tu idea de Dios. Si así lo hacemos, entonces todo lo que vamos a lograr es crear a un dios a nuestra imagen y no el Dios del universo. Siempre habrá cierto misterio en nuestro entendimiento de Dios, pero Él es un Dios inteligible a través de la revelación de sí mismo en la Biblia. En la Biblia vemos a Dios como creador del universo y a la humanidad creada para alabar y servir a Dios. JI Packer dice: “nosotros, como criaturas somos totalmente dependientes de Dios, y él como creador tiene una total potestad sobre nosotros”.
El primer pilar de mi confianza en Dios está en conocerlo como creador. Fui creado por Dios con un propósito. Yo creo que en lo íntimo, cuando somos totalmente honestos con nosotros mismos, todos sabemos que fuimos creados. Nuestra búsqueda constante de significado en la vida es evidencia de esta realidad. Pero esto es parte del diseño de Dios. Su efecto deseado en nuestras vidas es provocarnos a buscarle, de manera que cuando le conocemos podemos encontrar el verdadero propósito por el cual fuimos creados. Las medicinas que estoy tomando han logrado el efecto deseado de detener las convulsiones, al igual que el conocimiento de haber sido creados logra en nosotros el efecto deseado de buscar el propósito por el que fuimos creados. Pero al igual que hay otros efectos secundarios por la forma en como mi cuerpo responde al medicamento, hay también efectos secundarios en cómo respondemos al conocimiento de haber sido creados por Dios. En nuestras vidas, estos efectos se manifiestan en la manera en que cada uno de nosotros responde a esta realidad intrínseca.
En la próxima reflexión hablaré más acerca de estos efectos secundarios y de cómo Dios usa nuestras reacciones a ellos para lograr su propósito de darse a conocer delante de nosotros.
Gracias por compartir esta jornada a través de apoyo y sus oraciones.
Jonathan